La Feria de las letras y el conocimiento, que se ha consolidado como una cita ineludible en el calendario cultural , tiene en el Pabellón Tesoro de Papel un refugio literario dedicado al público infantil donde las páginas de los libros estimulan la risa y la curiosidad de los más pequeños.
El sol pareció brillar con intensidad en el Parque 15 de mayo de esta ciudad cabecera, donde la 33ª edición de la Feria Internacional del Libro que se celebra del 5 al 8 de marzo, tributa homenaje a Jorge Luis Garcés Guerra, escritor, poeta, narrador y promotor cultural en este municipio especial.
En esta jornada, se pusieron a disposición del público varios títulos infantiles entre los que figuraron algunos escritos por autores locales, momento devino en invitación para que los pequeños se acercaran a los stands para descubrir historias prometedoras de aventuras y enseñanzas como: “Yo soy el tartamudo”, “La casa del duende” e “Historia de un viaje mágico”.
Los clásicos también aparecieron para recordar a todos que la literatura es un puente entre generaciones. Los ecos de “Había una vez” de Herminio Almendros y las travesuras de “El Principito” resonaron en el aire, mientras que “El cochero azul” de Dora Alonso y "La edad de Oro" de José Martí transportaron a los niños a mundos llenos de magia y sabiduría.
Pero la feria no solo se limitó a la venta de libros, se convirtió en un escenario donde el arte y el talento local brillaron con luz propia.
Niños pineros, con una energía desbordante, se adueñaron del escenario para interpretar personajes de cuentos y poesías.
Sus actuaciones, llenas de colorido y alegría, fueron un recordatorio de que la literatura no solo se lee, sino que también se vive. Las canciones y comparsas animaron el ambiente, creando una atmósfera festiva que contagió a todos los presentes.
La Feria Internacional del Libro en Isla de la Juventud como suceso cultural es un espacio donde las palabras cobran vida, las historias trascienden las páginas y el futuro lector encuentra su camino, en esta parte del archipiélago cubano la literatura no tiene límites y cada libro es una puerta abierta a nuevas realidades.